Lo siento por los errores, el espanol no es mi idioma! Dios nos bendiga!
La iglesia está enfrentando una fuerte cuestión cultural. Muchos jóvenes y adolescentes tienen dificultades para abrirse y confesar su adicción o su problema con la pornografía. La iglesia a menudo ha creado una atmósfera de santidad falsa cuando se mira en la apariencia en vez de la sustancia.
He conocido tantos chicos que luchaban solos en contra de este problema porque no se atreven a hablar con su guía o Pastor. La iglesia debe esforzarse intencionadamente para crear una cultura de gracia donde es posible abrirse, ser sí mismo y luego permitir que el Espíritu Santo transforme a las personas.
Tenemos que ofrecer a los demás la gracia que transforma y nos libera del pecado. Jesús nos enseñó a acercarse a la gente primero con amor (sin acusaciónes) y después, con la verdad de su palabra – recuerdas a la mujer samaritana en el pozo? «Ni yo te condeno, vete y no peques más».
Antonio Morra
Del libro PornoToxina